jueves, 29 de noviembre de 2012

La izquierda en su encrucijada

Con esta entrada, empieza una serie de entradas donde se va a enjuiciar la situación de la izquierda moderna, esa situación de encrucijada en que se encuentra, totalmente desarbolada por la OPA hostil que el capitalismo y sus expresiones políticas liberales y neoconservadoras. Esta serie de entradas en el blog intentaran analizar el porqué de este desarbolado, porque la izquierda ha perdido su rumbo y como pienso yo que debería volver a recuperar el pulso de la historia. La izquierda aún tiene mucho que decir y que dar que hablar.

Hoy voy a volcar un artículo de opinión, publicado en la Vanguardia (domingo, 1.4.2012) de Lluís Duch (antropólogo y monje de Montserrat) y Albert Chillón (director del Máster en Comunicación, Periodismo y Humanidades de la UAB), titulado La izquierda en su laberinto.

La izquierda en su laberinto


 

" Lo apuntamos en anteriores artículos, y ahora toca afirmarlo sin rodeos: ha pasado a peor vida la sociedad del riesgo que en los años noventa bautizó Ulrich Beck, sucedida en apenas un lustro por una sociedad del miedo que cunde por doquier. Buena parte de la ciudadanía de a pie tiene miedo, en efecto: miedo del presente, ya que se siente cercada por multitud de asechanzas y mermas; y miedo del futuro, porque el final de esta crisis global y epocal no se atisba y la gente soporta un torturante goteo de malas nuevas, paralizante porque se anuncia sine die. El resultado es desalentador, dado que al trance que sufrimos se añade un clima de desorientación y fatalismo del que también son responsables, en no poca medida, unas izquierdas que han ido vaciándose de su mejor tradición a sí mismas.

Históricamente, las plurales izquierdas han constituido un frente de disidencia y cambio, capital para la democracia. Y su actual vaciamiento obedece a tres razones primordiales. La primera es que
el derrumbe del sovietismo precipitó el arrumbamiento de la utopía socialista y de cualquier horizonte alternativo, alevosamente instado por los poderes celestiales y mundanos. La segunda, que las izquierdas no han atinado a encarar, hasta la fecha, la planetaria metamorfosis que la globalización impone. Y la tercera, que el solar dejado por la caída de su relato emancipador ha sido ocupado por la doctrina única neocon que hoy impera. Tanto es así que las huestes progresistas han perdido buena parte de su aptitud para inspirar vías de crítica y reforma, del todo incapaces de plantear una alternativa de alcance global al orden vigente y apenas capaces de promover remedios que atenúen su feroz deriva. Prueba elocuente de ello es que su mismo lenguaje ha asumido el léxico y la fraseología que el monodiscurso dominante ha tornado común, natural y obvio: en un grado sin duda excesivo, quienes deberían promover la transformación humanista y humanizadora de la sociedad existente – inspirándose, en parte, en sus raíces cristianas – hablan y piensan mediante el idioma del neoconservadurismo reaccionario.

Puede decirse, así las cosas, que esa constelación de partidos, sindicatos, colectivos y movimientos sociales que la metáfora izquierda engloba ha perdido los papeles, y entre ellos las cartografías que durante los dos últimos siglos le permitieron cuestionar el statu quo capitalista y fomentar su palpable reforma y mejora, encarnada en el Estado-providencia resultante del compromiso histórico entre las clases dominantes y las subalternas. Atemperado por el juego entre la socialdemocracia y las derechas civilizadas –apenas una porción de ellas, no se olvide –, a ese capitalismo de rostro y modos relativamente amables le ha sucedido al galope, no obstante, otro de corte desfachatado, salvaje y cínico, que en estos años está arruinando el acervo de conquistas sociales, arrodillando a la sociedad civil y, en suma, consumando sin relevante oposición sus pulsiones deshumanizadoras, nunca abandonadas de hecho.

Para sorpresa de propios y aún de extraños, no son las derechas quienes están siendo castigadas por la quiebra que arrostramos, a pesar de la responsabilidad enorme que cumple achacarles. Son las izquierdas – y ante todo la socialdemocracia – quienes están pagando los platos rotos, anonadadas y desnortadas hasta el punto de mostrarse incapaces de proponer políticas alternativas de auténtico alcance y fuste, e incluso de vindicar los aspectos más valiosos de su legado. Más archipiélago de islotes – verdes, colorados, rosas o violetas – que continente ideológico como antaño, la izquierda residual lleva demasiado tiempo comportándose con ovina inanidad, mucho más dedicada a veleidades éticas y estéticas que a idear y ejercer políticas de fondo.

Además de grave en términos económicos y sociales, la muda en curso es espiritualmente ominosa, porque la falta de un horizonte alternativo angosta la praxis y las conciencias. Urge armar un pensamiento de izquierdas capaz de desvelar las falacias que la ideología única alienta, y de denunciar con clara y alta voz que este neocapitalismo sin riendas esquilma a las clases medias y subalternas en aras de las pudientes. Que desregula beneficios y finanzas al tiempo que hiperregula las vidas, cada vez más precarias. Que convierte al ciudadano en súbdito que se ignora, simple mónada consumidora, insolidaria y competitiva. Que está sustituyendo los viejos totalitarismos policiales por un totalitarismo biopolítico de nueva planta, mucho más sutil, suasorio e invasivo. Que los gobiernos – también los nuestros – podrían y deberían desenmascarar las fuentes del presente estado del malestar, en vez de actuar como comités de gestión que ajustan las tuercas a los más en provecho de los menos.

Sacudido y mutado por la globalización, Occidente precisa que las plurales izquierdas renueven sus pertrechos ideológicos, políticos y morales al hilo de los nuevos tiempos, de acuerdo con su herencia humanista. No para desempolvar sus viejos catecismos sin enmienda, ni para acatar la panideología que hoy cunde, sino a fin de impulsar esa tensión entre lo existente y lo posible sin la que no hay progreso ni democracia que valgan. Ya que, como sostenía Ernst Bloch, toda auténtica realidad es precedida por un sueño".

(Original: artículo de Opinión de Lluís Duch y Albert Chillón. La Vanguardia 01.04.2012)


 

Tal como se observa en este interesante artículo sobre la problemática actual de la izquierda, sobre su falta de emprendimiento y de visión de la sociedad, la izquierda vive agazapada, como escondiéndose de su pasado, ofreciendo una imagen de izquierda de salón, y aunque no sea moderna la definición, aburguesada, en un lenguaje más coloquial, pija, progre, y lejos de la calle, dejando paso a la monopolítica neoconservadora, recortadora del Estado del bienestar y de los derechos sociales y laborales que se habían obtenido hasta el momento, gracias a la izquierda moderada y socialdemócrata. También se ha afincado el populismo, sobre todo, un populismo de fondo extremo, que echa la culpa de la crisis a diversos factores, como la inmigración, y que ha dado paso a un nuevo reflote de la extrema derecha, una corriente de fondo que no hay que ignorar, y de la que hablaré en otro artículo de blog. También se han multiplicado los movimientos espontáneos de raíz social, a veces radicalizada, como los del 15-M y contra los desahucios, que reflejan el hartazgo de la sociedad contra los partidos tradicionales, pero que se ceban sobre todo en los movimientos de izquierdas, que como he dicho antes, se han vuelto de salón. Movimientos contra los recortes, contra la injusticia social, aquello que, hasta ahora, era el ideario de la izquierda tradicionalmente. Tal como dice Raffaele Simone en un artículo publicado en el diario Público, en el que promociona su libro El monstruo amable. ¿El mundo se vuelve de derechas? (Taurus ed.), la falta de movilización de la izquierda subyugada por la derecha "amable" ha hecho que el electorado tradicional y natural de la izquierda se haya evaporado. Afirma que es evidente la importante brecha abierta entre la clase política y la calle, porque nadie ha tenido en cuenta las reivindicaciones de la calle. La izquierda se ha alejado de la calle. A la sociedad se deja de interesar por los mecanismos democráticos y hay una corriente de fondo, el ciudadano cabreado, que puede querer acabar por no querer partidos, con lo preocupante que puede llegar a ser el populismo. Los políticos deberían saber leer la corriente de fondo que se ha creado en la sociedad. Deberían bajar más a la calle, oír lo que la gente reclama, parar los pies a aquellos que quieren acabar con la sociedad del bienestar, que con la excusa de la austeridad y el control del déficit se están cargando aquello que significó un gran paso adelante en nuestra sociedad occidental en cuanto a sanidad, educación, servicios sociales y públicos, y la izquierda, como movimiento natural del ciudadano de a pie, debería ser esa barrera antineocon, la que debería aplicarse en buscar alternativas y en leer esa corriente de fondo. Si no lo hace, morirá en el salón, y en la calle, la radicalidad puede devenir, de manera preocupante, mientras otros, desde sus poltronas, beben y disfrutan viendo el espectáculo.

Terres de frontera: si hi ha independència, què passa amb els “Països Catalans”?


Vaig a posar un exemple de terra de frontera molt directament afectada si realment s'arribés a una opció d'independència de Catalunya, i arrel d'aquest exemple, parlaré del que podría passar el dia després d'una hipotètica independència de Catalunya. I no és per donar un panorama de por a la qüestió. És una realitat que pot succeïr, no és una ficció. Aquesta terra de frontera, que conec molt bé, perquè pertany a la Franja, que forma part dels meus antecedents familiars, és el Pont de Montanyana (oficialment Puente de Montañana, en terres de l'Aragó). Podria parlar de qualsevol altre part de la Franja, des de Montanui fins a Beseit, passant per la Fraga que va veure néixer el meu avi, o la Mequinensa de Jesús Moncada. Però em sembla un exemple molt més clarificador el Pont de Montanyana, pel que ara explicaré, i que després enllaçaré amb tota la resta del discurs sobre el que podria passar respecte a la resta de països de parla catalana.
El Pont de Montanyana (tal com he dit abans, oficialment Puente de Montañana) és una població partida pràcticament en dos, geogràficament i administrativament. M'explico. Aquest poble té un terme municipal de tamany més aviat petit, el 75 o 80 per cent del qual està en "zona aragonesa", amb l'antic cap del terme, Montanyana, petit poble pràcticament sense població i en restauració. La resta del terme, a l'altre costat de la Noguera Ribargorçana, el 20 o 25 per cent, està enclavat en l'anomenada Terreta, en "zona catalana", i és on radica la pràctica totalitat del cap actual del terme, ajuntament inclós. Per més indicacions, part d'aquesta capital de terme, unes cases i pallers, pertanyen al municipi de Tremp, havent problemes en ocasions pel pagament de l'IBI. O sigui, una població partida per diversos motius. Una passarel.la de fusta que substitueix l'antic pont volat per les forces republicanes a la Guerra Civil uneix part i part de la població, enclavada en part aragonesa i part catalana. A més, la carretera que és l'accés a Pont de Montanyana fins a pràcticament l'entrada del poble, entra des de Catalunya, ja que passat el pont que porta a la carretera de Tremp, ja aquesta discorre per terres catalanes. Els habitants d'aquesta población viuen aquesta situación de partició amb absoluta normalitat.
A les últimes eleccions municipals, van ser elegits tots els regidors de l'anomenada Convergència Democràtica de la Franja, sent aquest l'únic ajuntament governat per aquesta formació, propera a CiU. A més, des de fa anys, per exemple, els nens estudien a les escoles de Pont de Suert, a on asseguren l'estudi en català, ja que el govern aragonés no avala l'educació en català en el més proper institut de Benavarri (Benabarre). Pràcticament tots els habitants parlen el català de la Ribagorça. I en molts serveis, com la salut, els bombers, Correus o l'educació, com ja he esmentat abans, comparteixen amb Catalunya.
És per tant una d'aquelles situacions paradigma del que pot passar en cas d'independència de Catalunya.
Per què és important parlar de casos com aquest? Què pot passar si Catalunya arriba a ser independent? Els Països Catalans, com a unitat político-administrativa mai han existit, encara que están en l'ideari de molts, sobretot d'entre aquells que ara demanen l'independència per Catalunya. Havia existit la Corona d'Aragó, amb territoris diferenciats entre ells: Catalunya, Aragó, el regne de València, el Regne de Mallorca,…, però en si, com a Països Catalans, mai. Si que hi han, això si, països de parla catalana, però, i sobretot en aquests moments, no li passa pel cap de la majoria dels ciutadans valencians, ni mallorquins, ni catalans del nord, ni els aragonesos de parla catalana la idea dels Països Catalans com a unitat político-administrativa, ni molt menys la d'independitzar-se. És més, per a molts d'ells, la sola identificació amb Catalunya o el català és com un insult (el qual també és un gran error, perquè no es pot negar l'arrel comuna de la llengua). Però, malgrat això, alguns moviments independentistes insisteixen en la idea, i això em crea una pregunta: una vegada Catalunya fós independent, ens passaríem la vida reclamant tots aquells territoris de parla catalana? Això crearia una font constant de conflictivitat amb els nostres territoris fronterers de forma continuada, perquè sempre hi hauria un tros que reclamar, a França, a Espanya, a Itàlia… Mai tindríem unes fronteres ben definides, i sempre estaríem en litigi, sobretot amb Espanya, que és el territori amb qui, teòricament, compartiríem més kilòmetres de frontera. Realment volem això? És important definir-ho, doncs, per exemple les CUP, que han entrat al Parlament després del 25-N, porten en el seu programa electoral el referèndum per a l'autodeterminació de "tots" els Països Catalans. Tindrem una "constitució" oberta a integrar territoris, encara que sigui en litigi amb els nostres veïns en el cas d'independència?
En tot cas, són preguntes que s'han de començar a fer, si és que en algun moment s'arribés a la situació d'independència, perquè el dia després podría arribar a ser més inquietant i conflictiu del que pensem… Mentrestant, alguns, com el regionalista alcalde de Castellonroi (Castillonroy) i president de la comarca de la Llitera (Litera), ironitza en un article a l'Heraldo de Aragón sobre aquest tema dient "Pues no tenemos problemas más gordos (que l'independència de Catalunya, s'entén). Es lo que menos me preocupa en este momento. Se hacen chistes sobre si vamos a montar un duty-free en la frontera (Castellonroi és una població "fronterera" amb el Segrià i la Noguera). No nos atañe. Lo único que nos podría preocupar es que peligraran los convenios (sobre salut, sobretot), pero de momento no están en entredicho más que por los recortes".


                                                                                        Passarel.la sobre el riu Noguera Ribagorçana al Pont de Montanyana

1640

Esta entrada de blog numérica no refleja una cifra cualquiera. 1640. Una cifra que, en estos momentos, puede no ser olvidada, pero que también muchos pueden no tener en cuenta. 1640. Para los catalanes marca un hito, un hito tan importante como para recordarlo todos los días 11 de setiembre de todos los años. Corpus de 1640. Rebelión de Catalunya. La famosa rebelión "dels segadors", la del "bon cop de falç, defensors de la terra". Años de ocaso para el Imperio español, con rebeliones simultáneas en varias posesiones de España en Europa. 1640. Catalunya se alza contra el poder establecido. 1640. Simultáneamente, otro territorio se alza contra el poder real, con Felipe IV y el poderoso Conde-Duque de Olivares en cabeza. Portugal. 1640. Intentando someter a poder real a ambos territorios a la vez, por estrategia, Olivares, el hombre más poderoso de la España imperial de la época, decide priorizar Catalunya, en el bien entendido que sabía que detrás de la rebelión catalana estaba Francia, y no podía admitir que Francia pusiera una pica, no en Flandes, pero si en territorio peninsular. Mientras Portugal, que aprovechó la priorización de Castilla en el envío de tropas a Catalunya y los pocos efectivos de defensa, decide materializar su rebelión, y se independiza del reino, y proclama al Duque de Braganza como nuevo rey de Portugal, casi sin resistencia, mientras que las tropas del rey sofocaban la rebelión catalana. Por tanto, 1640 marca el devenir del imperio español y es referencia de los actuales movimientos catalanistas e independentistas.

Pero, ¿por qué destaco 1640 y los hechos históricos acaecidos? Desde la independencia de Portugal, España ha vivido a espaldas de su vecino peninsular. Ha ignorado en gran medida lo que pasaba, pudiendo haber colaborado más ampliamente, dada nuestra vecindad (esperemos que esto no pase, en el caso de independencia de Catalunya).

Existe un cierto paralelismo entre los casos de Catalunya y Portugal, relacionados con esa fecha. 1640. ¿Qué hubiera pasado si en vez de priorizar Catalunya, Olivares hubiera decidido priorizar la rebelión portuguesa? ¿Seríamos hoy un estado independiente, un departamento más de Francia…? Quién sabe. Eso es hacer hipótesis que no se sabe hacia dónde hubieran derivado.

Pero ahora de nuevo se plantea un episodio de independencia en el territorio peninsular. Catalunya. Una multitud se manifiesta en Barcelona el 11 de setiembre y hace un clamor por la independencia. Independientemente de si todo el clamor es o no independentista o si también había un clamor de hastío y resquemor de la sociedad catalana, aquello que Enric Juliana sostiene como el "català emprenyat", que trataremos en otra entrada en el blog, fue una importante movilización, como ya he manifestado, y que la sociedad española en general no debe de dejar escapar ni debe ignorar.

¿Por qué en este punto, introduzco a Portugal en este debate? Dentro de mi óptica federalista, y sobre todo, desde mi óptica federalista plurinacional, y sobre todo también, desde un punto de vista europeísta, soy también partidario de un federalismo ibérico, de una suerte de federación de estados ibéricos, en el que portugueses, catalanes, vascos, gallegos, castellanos,… tengan su expresión de identidad, pero dentro de un ente federal en el que mancomunaríamos esfuerzos y satisfacciones, y sería, dentro del marco europeo, un polo de atención importante, además de un puente intercontinental de primer orden, y con relaciones con los países iberoamericanos y del resto del mundo, con el carácter mediterráneo, pero también oceánico de la Península Ibérica. Una reciente encuesta dice que el 40 % de los portugueses estarían a favor de una federación con España, por razones sobre todo económicas y de cooperación. Está claro que la integración de ambos países en la UE ha incrementado los espacios de cooperación, que podrían avanzar en integración económica y en mecanismos de colaboración en materia de infraestructuras, de cooperación política y económica. Si España y Portugal fueran capaces de llegar a este tipo de acuerdo entre ellos, ¿por qué no serían capaces de llegar a un acuerdo del mismo tipo con Catalunya? Sería tan positivo que así se produjera, una suerte de federación de estados ibéricos, dentro de la Europa federal.

Algo se mueve en Madrid

A raíz de los acontecimientos posteriores a la manifestación del 11-S en Barcelona, y del posterior debate sobre la independencia de Catalunya, se han ido produciendo manifiestos a favor y en contra sobre el tema, y se han ido marcando posicionamientos sobre independencia, federalismo o autonomismo, por parte de políticos e intelectuales. En el blog se han ido colgando artículos, opiniones y manifiestos en este sentido, y que muestran que algo se mueve sobre la arquitectura territorial de España, y no sólo en Barcelona. En Madrid también empiezan a marcar posiciones y a emitir valoraciones diversas que enriquecen el debate. Hoy os propongo un resumen sobre la opinión de la Funciva (Fundación Ciudadanía y Valores), que ha realizado un informe, denominado "Cinco propuestas para la reforma constitucional en clave federal", realizado por Javier Tajadura (coord.), Elviro Aranda, Josu de Miguel y José María Román, en el cual intentan aportar ideas al debate. Si queréis leer el texto completo de las propuestas, entrad en www.funciva.org.

En primer lugar, en la introducción, reconocen que el Estado autonómico previsto en el Título VIII de la Constitución española es un modelo que, con sus luces y sus sombras, ha dado muestras sobradas de agotamiento y disfuncionalidad. Desde el punto de vista económico, se ha constatado la insuficiencia financiera de las Comunidades autónomas, que se han visto abocadas al rescate y que su mantenimiento, en muchos casos, se ha manifestado superfluo y reducible. En este punto, yo añadiría que también se debería resolver los problemas de duplicidades de gestión, las cuales recaen en las diversas administraciones, y que generan un mayor gasto en los presupuestos de las diferentes administraciones, lo cual incrementa el déficit. Tampoco, dicen, se ha resuelto el encaje de aquellas nacionalidades, que la Constitución intentaba solucionar, al producirse mayores demandas de autogobierno y que gozan de un importante respaldo social. Resuelven, en definitiva, que estos problemas que afectan al modelo territorial podrían canalizarse a través de una reforma de la Constitución en clave federal.

Exponen que el federalismo es el mejor "expediente" para, por un lado, articular un Estado fuerte y eficaz, y por otro, ofrecer un proyecto ilusionante que garantice el respeto a la diversidad, dar respuesta a las demandas de autogobierno, y ofrecer un modelo más integrador. Llegan a decir: "España, como Europa, será federal o no será". En principio, se parte de la base de un cierto rechazo a la bilateralidad o al pacto fiscal (como el modelo vasco y navarro), pero establece unas bases sobre un Estado de estados federales, con unas competencias bien definidas, una Constitución federal, un sistema de financiación justo, etc., con el fin, sobre todo, de hacer el Estado más eficaz y fortalecer la integración política al garantizar la diversidad y el autogobierno. En este punto, yo añadiría que se debe considerar a los federados también gobierno de Estado, ya que al distribuir las competencias, se otorga el poder de éstas a los federados, con lo cual también son gobierno, y por tanto, no deben verse entre ellos como competidores, sino como complementarios. Esta base es la que ha fallado precisamente en el desarrollo del Estado de las autonomías. En demasiadas ocasiones se ha considerado al Estado como competidor, o éste ha considerado a determinadas autonomías como competidoras, y ha dificultado el encaje. Los mecanismos reguladores (Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, conferencias de presidentes,…) han sido utilizados en determinadas ocasiones de forma sesgada y no han respondido a las expectativas sobre el modelo territorial español.

A partir de aquí formulan cinco propuestas para el debate, para aportar ideas para el consenso político, que los ponentes dicen que debería traducirse en una reforma constitucional, que eliminara el Título VIII de la Constitución, así como su artículo segundo, y que debería ser refrendado por la ciudadanía española.

Propuesta nº 1. Propuesta de debate sobre la constitucionalización del número de entidades federativas. Necesidad de reducir el número de comunidades existentes.

Alegan que cualquier debate sobre la federalización del Estado debe comenzar por determinar el número de entidades federativas que van a integrar el Estado Federal, en el bien entendido que las actuales diecisiete comunidades son excesivas. Proponen que el número no podría ser superior a diez, y que debería replantearse su viabilidad. En este punto, creo que las entidades deberían ser aquellas que por razones culturales, lingüísticas o históricas se configuran como nacionalidades o comunidades singulares (como Galicia, Euskadi, Navarra, Catalunya, Illes Balears, Comunidad Valenciana, Andalucía o Aragón) y las que se conforman según el criterio de insularidad o aloctonidad (como Illes Balears o Canarias). La reducción en el número, supondría una reducción de costes y de gasto estructural, así como una notable simplificación del funcionamiento de Estado. La supresión de comunidades que no tenían en su creación una fuerte demanda social, reforzaría la identidad de las entidades federadas en el nuevo Estado, dado el carácter artificial de algunas de ellas. Dicha reforma implicaría la modificación del artículo 2 de la Constitución, para definir en él al Estado como federal y enumerar en él todas y cada una de las entidades federativas que lo componen, pudiendo sólo ser alterado mediante reforma constitucional. Así mismo, las entidades federadas podrán elaborar y aprobar sus "constituciones estatales", subordinadas jurídicamente a la Constitución federal.

Propuesta nº 2. Propuesta de debate sobre la constitucionalización del reparto de competencias entre los Estados miembros y la Federación.

Alegan que se debe llevar al texto constitucional el reparto competencial, que sólo se podría alterar mediante procedimiento de reforma constitucional. Este debate debe prescindir de cualquier prejuicio centralista o autonomista, y debería llevarse a cabo según los criterios de coste y eficacia, y garantizar la igualdad de los ciudadanos y la cohesión social, lo cual no significa una recentralización, según los ponentes, sino una racionalización con criterios de eficacia para lograr una mejor prestación de servicios y un mejor funcionamiento. Este punto, reconocen, será el más complicado de consensuar, porque alude a la distribución de poder político y económico entre los distintos territorios, instituciones y fuerzas políticas, por lo que se debe desideologizar la cuestión, poniendo el interés general por encima de toda polémica.

Propuesta nº 3. Propuesta de debate sobre la constitucionalización del sistema de financiación de la Federación y de los Estados miembros.

Alegan sobre la dualidad del sistema actual de financiación: el foral y el régimen común. La actual Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), modificada en 2009, y que la actual crisis ha manifestado en muchos casos la insuficiencia de tesorería que tienen, tenía una serie de activos positivos, tales como los criterios de asignación (población, dispersión o superficie territorial), mayor equidad y la incorporación del nuevo sistema de fondos (garantía, cooperación y competitividad), resolución del déficit fiscal, pero también con problemas como la falta de transparencia y la escasa responsabilidad, además de una sensación por parte de algunas comunidades de expolio fiscal, que acaban por crear una sensación de desequilibrio entre ellas. Una reforma en sentido federal debería consolidar un sistema de financiación y corregir los problemas detectados, planteándose también la singularidad foral, verdadero elemento desestabilizador, y el hecho de que Catalunya aspira a un régimen de concierto o pacto fiscal similar al foral, cosa que no admiten el resto de comunidades, algunas de las cuales si solicitan una reforma del sistema de financiación. Se debería reformar el Título VII que aborde las carencias del actual sistema, y que contenga responsabilidad, eficacia y transparencia. Además, debería abordar el principio de ordinalidad, que permitiría poner en marcha mecanismos para compensar a los territorios más perjudicados por los programas de nivelación financiera. Se debe realizar el reparto competencial, en cuanto a nivel normativo, sobre el rendimiento, competencias administrativas y sistemas de compensación financiera.

Propuesta nº 4. Propuesta de debate sobre la constitucionalización de los órganos de cooperación e integración política.

Se debe establecer un marco institucional que facilite la integración del Estado a través de la cooperación continua y fluida entre federación y federados. Pasaría por la sustitución del actual Senado por uno federal, ya que quedó pendiente la articulación de éste como verdadera Cámara de representación territorial, donde se refuerce la integración y cooperación entre los distintos entes territoriales del Estado, además de estudiar otros tipos de mecanismos de cooperación, tales como Consejos Sectoriales o las conferencias de presidentes, siempre bajo el principio de lealtad federal.

Propuesta nº5. Propuesta de debate sobre el establecimiento de un marco federal para las relaciones de España con la Unión Europea.

Se debe garantizar la participación de los entes territoriales en las políticas sobre la Unión Europea.


 

Las propuestas para el debate me parecen sensatas, se deben abordar determinados problemas con la seriedad y la complejidad que comportan, pero siempre bajo la estela del diálogo continuo, y no bajo ningún concepto, bajo la imposición de un modelo u otro.

martes, 20 de noviembre de 2012

E era Val d’Aran, que diu sobre l’independència?

Era Querimònia ei presenta en totes es nòstes reflexions, ei ath hons des nòstes reïvindicacions. Era Lei de Regim Especiau dera Val d'Aran der an 1990 ei, en un cert sentit, era Querimònia restaurada, era recuperación des drets des aranesi.

Que i a drets d'aqueri qu'es aranesi artenhérem en segle XIV qu'encara son vigents, qu'encara podem reïvindicar eth sòn compliment,… e en definitiva, eth conjunt de drets e déuers particulars d'un pòble ei çò qu'a nivèu sociau constituís eth hèt diferenciau. Ei eth tercer element definitori dera identitat. Eth paisatge (eth territori) ei eth prumèr, non en importancia mès òc en un cèrt ordenament. Era lengua (e tota era cultura) n'ei eth segon, e er ordenament sociau e juridic ath long des ans (damb toti es eveniments istorics que l'ocasionèren) n'ei eth tercer. Era Querimònia siguec era Lei des Leis entàs aranesi furant força ans e aué, vo'la volem aufrir en ua adaptación divulgativa, damb era prumèra volentat de realizar un apropament deth pòble aranés ara sua istòria jurídica.


 

ANTECEDENTS


 

Era especiau situacion dera Val hec qu'era monarquia francesa sájese d'aucupar Aran a partir dera fin eth sègle XIII. Eth prumèr intent siguec coma conseqüència dera excomunión qu'eth Papa Martin IV hec contra eth rei Pere II damb motiu dera aucupacion dera isla de Sicilia e era concesión papau des estats dera corona Aragonesa ath rei Felip III er Ardit, de França. Damb eth pretèxt de castigar es vexacions des aranesi contra eth comdat de Comenges, eth senescau de Tolosa, ajudat per fòrça aranesi e especiaument per Augèr de Les, señor d'aguesta localitat, envadic era Val entre er 1 e er 11 de noveme de 1283, e siguec aucupada.

Eth fracàs dera crotzada deth rei francés contra Aragon semblaue comportar era restitución des territoris catalans aucupats, entre eri era Val; mès es francesi alleguèren qu'era conquista d'Aran non auie arren a veir damb era crotzada e siguec de besonh ua intensa activitat diplomática que s'estenenc des deth tractat d'Agnani (1295) enquiath convèni de Poissy (1313). Er an 1298 se signèc eth convèni d'Argelés entre Felip eth Bèth de França e Jaime II d'Aragon, en quau se determinèc qu'era Val passèse provisionalment a un domeni sobiran neutrau, en aguest cas a Jaime II de Malhòrca. Era administración des reis de Malhorca siguec beneficiosa tara Val d'Aran ja qu'es governadors retornèren e respectèren es institucions tradicionaus. Arnau de Sant Marçal, a requeriment des vesins dera Val, reconeish es usi e costums d'Aran en un document der an 1298 – ua primera Querimònia conservada.

Es negociacions entre es monarques francesi e aragonesi non prosperauen, Jaime II, er an 1312 obtenguec, en ua decisión prenuda en Concili de Vièna, eth nomentament d'ua comission mixta formada per compromissaris des dues faccions. Aguestes amassades se hègen en Vielha (interrogatòris). Eth resultat d'aguesta comission siguec era devolución dera Val d'Aran ath rei Jaime II. Era paraula "Querimònia" veng deth vèrb latin queror, eth significat deth quau ei queishà-se, planhé-se, e pendent era Edat Mieja, s'utilizaue entà designar uns inventaris de grèuges ocasionats a quausevolh per ua auta persona e que formauen part des processi judiciaus.


 

ERA QUERIMÒNIA


 

Eth 25 de junhsèga de 1313 es cònsols des poblacions araneses s'amassèren ena glèis de Sant Miquèu de Vielha entà escuélher e dar instruccions ara Deputacion aranesa, era quau se n'encuedaue de balhar jurament de fidelitat a Jaime II. Com se suspectaue, ath dèla der acte dera presentación deth jurament e aumenatge, era amassada d'autoritats dera Val ordènec as sòns representants que supliquèssen ath rei era confirmación des sòns furs, privilègis e libertats, en tot autoritzà-les tanben entà actuar en representación des universitats araneses en tot çò que hesse referencia as mesures a adoptar en profit deth rei e comodeitat des sòns subdits. Eth deluns 12 d'agost de 1313, ena capèla deth Palau Reiau de Lhèida, era nomentada Deputacion, constituïda peth shivalièr Guilhèm Arnau de Montcorbau, Joan de Casarilh, Ramon Arnau de Castelhèrs, Guilhèm de Santa Maria de Cap d'Aran, Guilhèm de Montanèr, Bernat de Castelhvaquèr e Sanç de Canal, coma sindics, procuradors, actors e defensors dera Val d'Aran e en representación des aranesi, li prestèren jurament, en tot reconeishé-lo coma rei e senhor naturau. Eth document coneishut coma Querimònia l'autregèc eth rei Jaime II des de Lhèida eth 23 d'agost de 1313, en en eth s'amassen determinats drets consuetudinaris acceptats o modificats peth monarca.

Es aranesi auràn es sues tèrres, vinhes, cases, casaus, frutèrs, aigües, mòles, pesca, caça, regadius e aporfitaments forestaus e de peisheus complètaments liures. Sonque se resèrve eth rei eth dret a percèber eth Fogatge, un sexterç de blat annau per casa (uns vint litres). Les reconeishie eth regim economic familiar dera Mieja Guadanheria en quau, per pacte mutuau, normaument per capítols matrimoniaus, s'establie un regim de comnautat limitada de bens, ena quau es consorts pagauen per parts iguales es deutes derivades dera administración e eth govèrn dera casa e se dividien, ara mòrt d'un des consorts, se non i auie hilhs, es guanhs e es auments obtienguts pendent es ans de matrimoni.

Se les reconeishie eth retracte gentilici nomentat Torneria, segontes eth quau, quan ua persona volie véner un ben inmòble, auie d'aufrí-lo en prumèr lòc as sòns germàs e parents mès propèrs e, s'aguesti non lo desirauen, podien vené-l'ac a quinsevolha persona. S'eth venedor non hège aguest aufriment prèvi, es parents deth venedor podien exigir eth dret de retracte deth nomentat ben. Eth rei les concedie franqueses per donacions, dòts, successions, etc., e èren liures de tota servitud reiau, carga o imposición exeptat deth tribut nomentat Fogatge. Eth regim comunau des peisheus e bòsqui existents en cada tèrme municipau, jos era dirección dera Universitat respectiua, demèrec regulat damb tot detalh.

Un aranés que deishaue eth pòble a on neishec e se trasladaue entà un aute, laguens dera Val, non podie hèr us des montanhes, ne des bòsqui, ne des terrens comunaus dera vila a on a neishut e d'a on se n'a anat, ne hèr a pèisher es sòns ramats, ne arossar era hèrba, ne talar husta, ne explotar tèrres naues, enquia que non age eth sòn domicili o fixe era sua residencia.

En generau era Val d'Aran ère ua isla de libertat, en contrast damb es regions vesies (Palhars, Ribagòrça e Comenges) a on era población agricòla e ramadèra ère sosmetuda a força drets senhoriaus.


 

Eth document dera Querimònia siguec confirmat per fòrça reis ath long des tempsi, des d'Alfons IV (1328) enquia Ferran VII (1817). Actuaument, eth document se trape depausat en Archiu Istoric Generau d'Aran.

Era Querimònia és present en totes les nostres reflexions i és la font de les nostres reivindicación. La Llei de Règim Especial de la Vall d'Aran de l'any 1990 és, en un cert sentit, era Querimònia restaurada, la recuperació dels drets dels aranesos.

Que hi ha drets d'aquests que els aranesos obtinguèrem al segle XIV que encara són vigents, que encara podem reivindicar el seu compliment,… i en defifnitiva, el conjunt de drets i deures particulars d'un poble és allò que a nivel social constitueix un fet diferencial. És el tercer element definitori de la identitat. El paisatge (el territori) és el primer, no en importancia però si en un cert ordenament. La llengua (i tota la cultura)n'és el segon, i l'ordenament social i jurídic al llarg dels anys (amb tots els esdeveniments històrics que l'ocasionaren) n'és el tercer. Era Querimònia fou la Llei de Lleis entre els aranesos durant força anys i avui, us la oferim en una adaptació divulgativa, amb la primera voluntat de realizar un apropament del poble aranés a la seva historia jurídica.


 

ANTECEDENTS


 

La especial situació de la Vall féu que la monarquia francesa intentés ocupar Aran a partir de finals del segle XIII. El primer intent fou com a conseqüència de l'excomunió que el Papa Marti IV féu contra el rei Pere II amb motiu de l'ocupació de l'illa de Sicília i la concessió papal dels estats de la corona aragonesa al rei Felip III l'Ardit de França. Amb el pretext de castigar les vexacions dels aranesos contra el comtat de Comenges, el senescal de Tolosa, ajudat per forces araneses i especialmente per Auger de Les, señor d'aquesta localitat, envaí la Vall entre l'1 i el 11 de novembre de 1283, i fou ocupada.

El fracàs de la creuada del rei francés contra l'Aragó semblava comportar la restitució dels territoris catalans ocupats, entre ells la Vall; però els francesos alegàren que la conquista de l'Aran no tenia res a veure amb la creuada i fou necessari una intensa activitat diplomática que s'estené des del Tractat d'Agnani (1295) fins al conveni de Poissy (1313). L'any 1298 se signà el conveni d'Argelers entre Felip el Bell de França i Jaume II d'Arago, en el qual es determinà que la Vall passés provisionalment a un domini sobirà neutral, en aquest cas a Jaume II de Mallorca. L'administració dels reis de Mallorca fou beneficiosa per la Vall d'Aran ja que els governadors retornaren i respectaren les institucions tradicionals. Arnau de Sant Miquel, a requeriment dels veïns de la Vall, reconegué els usos i costums d'Aran en un document de l'any 1298 – una primera Querimònia conservada. Les negociacions entre els monarques francesos i aragonesos no prosperaven, Jaume II, l'any 1312 obtingué, en una decisió presa al Concili de Viena, el nomenament d'una comissió mixta formada per compromissaris de les dues faccions. Aquestes reunions es feren a Vielha (interrogatoris). El resultat d'aquesta comissió fou la devolució de la Vall d'Aran al rei Jaume II. La paraula Querimònia vé del verb llatí queror, el significat del qual és queixar-se, planyir-se, i durant la Edat Mitjana, s'usava per designar uns inventaris de greuges ocasionats a qualsevol per una altra persona i que formaven part dels procesos judicials.


 


 


 

ERA QUERIMÒNIA


 

El 25 de juny de 1313 els cònsols de les poblacions araneses es reuniren a l'església de Sant Miquel de Vielha per escollir i donar instruccions a la Diputació aranesa, a la qual s'encomanava de jurar fidelitat a Jaume II. Com se sospitava, més enllà de l'acte de presentación del jurament i homenatge, la reunió d'autoritats de la Vall ordenà als seus representants que supliquéssin al rei la confirmació dels seus furs, privilegis i llibertats, tot autoritzant-les també per actuar en representació de les institucions araneses en tot allò que fés referència a les mesures a adoptar en profit del rei i comoditat dels seus súbdits. El dilluns 12 d'agost de 1313, a la capella del Palau Reial de Lleida, l'anomenada Diputació, constituida pel cavaller Guillem Arnau de Montcorbau, Joan de Casarilh, Ramon Arnau de Castelhèrs, Guillem de Santa Maria de Cap d'Aran, Guillem de Montanèr, Bernat de Castelhvaquer i Sanç de Canal, com a síndics, procuradors, actors i defensors de la Vall d'Aran i en representació dels araneos, li prestaren jurament, tot reconeixent-lo com a rei i senyor natural. El document conegut com era Querimònia l'otorgà el rei Jaume II des de Lleida el 23 d'agost de 1313, en el que es reuneixen determinats drets consuetudinaris acceptats o modificats pel monarca.


 

Els aranesos tindran les seves terres, vinyes, cases, casals, fruiters, aigües, molins, pesca, caça, regadius I aprofitaments forestalls I de pastures completament lliures. Només es reserva al rei el dret a percebre el Fogatge, un sexterç de blat anual per casa (uns vint litres). Els reconeixia al règim econòmic familiar de la Mitja Guadanyeria en el qual, per pacte mutu, normalment per capítols matrimonials, s'establia un règim de comunitat limitada de béns, en el qual els consorts pagaven per parts iguals els deutes derivats de l'administració i govern de la casa i es dividien, a la mort d'un dels consorts, si no hi havia fills, els guanys i els beneficis obtinguts durant els anys de matrimoni.

Se'ls reconeixia el retracte gentilici anomenat Torneria, segons el qual, quan una persona volia vendre un bé inmoble, havia d'oferir-lo en primer lloc als seus germans i parents més propers i, si aquests no el desitgéssin, podien vendre'l a qualsevol persona. Però si el venedor no fés aquest oferiment previ, els parents del venedor podien exigir el dret de retracte de l'esmentat bé. El rei els concedia franquícies per donacions, dots, successions, etc., i eren lliures de tota servitud reial, carga o imposició exempt del tribut anomenat Fogatge. El règim comunal de les pastures i boscos existents en cada terme municipal, sota la direcció de l'institució respectiva, fou detallat amb tot detall.

Un aranès que deixés el poble on naixè i es traslladés a un altre, lluny de la Vall, no podía fer ús de les muntanyes, ni dels boscos, ni dels terrenys comunals de la vila a on ha nascut i d'on se n'ha anat, ni fer pasturar els seus ramats, ni a segar l'herba, ni tallar fusta, ni explotar terres noves, fins que no tingués el seu domicili o fixi la seva residencia.


 

En general la Vall d'Aran era una illa de llibertat, en contrast amb les seves regions veïnes (Pallars, Ribagorça i Comenges) a on la población agrícola i ramadera era sotmesa a força drets senyorials.


 

El document de la Querimònia fou confirmat per molts reis al llarg dels temps, des d'Alfons IV (1328) fins a Ferran VII (1817). Actualment, el document es trova dipositat en l'Arxiu Històric General de l'Aran.


 

(texto original en arenosis.blogspot.com)

El documento que he reproducido habla de la especificidad del territorio de era Val d'Aran, un territorio que por ley, la 16/1990 de 13 de julio, y derivado de tener unos derechos históricos comparables a los territorios forales, con instituciones propias, como el Conselh Generau (Consejo General), el Síndic, la Comission d'Auditors de Compdes (Comisión de Auditores de Cuentas), los terçons o circunscripciones propias de Aran (seis Terçons: Pujòlo, Arties e Garòs, Castièro, Marcatosa, Lairissa i Quate Lòcs), de donde salen elegidos los consejeros, con unas competencias propias delegadas por la Generalitat, basándose en la institución de era Querimònia, verdadero derecho foral otorgado por los reyes, primero de Aragón, después de España, hasta la división provincial de España de 1833, en el que se abolió dicha institución y se integró al territorio aranés en la provincia de Lleida, terminando con la práctica independencia político-administrativa de la que gozaba. Un territorio con una lengua y cultura propia de raíz occitana, el aranés, con himno, escudo y senyera propios.

En la redacción del Estatut d'Autonomia del 2005, se consensuó un documento por los partidos representados en el Conselh Generau, en el que reivindica su especificidad y establece que en el Estatut debe reconocerse el pacto de libre unión de Aran con Catalunya, basado en esas instituciones ancestrales que ni el Decreto de Nueva Planta abolió, cuando en el resto de la antigua Corona de Aragón se suspendían los fueros que los territorios que la componían, ni fue integrada en ninguno de los Corregimientos creados. Reconoce también que quiere seguir manteniendo el derecho a decidir su destino y quiere que el Parlament de Catalunya reconozca y se comprometa a respetar. Que se reconozca en un Título del nuevo estatuto, reconocer también el derecho a obtener las máximas cotas de autogobierno, sin más limitaciones que las que marca el ordenamiento jurídico. Que reconozca que esa libre unión se establezca constituyéndose como un territorio autónomo, con un régimen específico que no lo integre en ninguna otra clasificación territorial, como provincias o vegueries, respetando su singularidad y defendiendo sus instituciones propias. Que se reconozca la oficialidad del idioma aranés. Que se reconozca la facultad de despliegue reglamentario de las leyes. Que el Síndic es el representante ordinario del President de la Generalitat en Aran. Que se establezcan las competencias que debe administrar el Conselh Generau, y que se regule la financiación y garantice la autonomía y eficacia del autogobierno. Que se garantizará una circunscripción electoral propia en el Parlament de Catalunya, así como otros puntos de menor importancia.

¿A qué viene ahora este planteamiento? ¿Qué opina Aran de este proceso independentista que se mueve en Catalunya? ¿Mantendría este pacto de libre unión y mantendría el derecho a decidir su destino? ¿Qué posición tendría era Val en una Catalunya independiente? ¿Sería capaz de reconocer la especificidad y el libre derecho a decidir de los ciudadanos araneses? ¿Y si decidieran otro destino diferente al de la Catalunya independiente? ¿Se respetaría el resultado? Esta incógnita y este planteamiento no es baladí. Es evidente que Aran no tiene posibilidad alguna de independencia, por demografía, por suficiencia económica y por obviedad. Pero podría haber sido un territorio con unos derechos, unos fueros y una especificidad parecida a la del Estado andorrano. Pero es evidente que ni tiene la potencialidad ni el impulso de Andorra como para constituir un territorio independiente. Pero, volviendo a la raíz del tema, ¿qué deben opinar los araneses? ¿Querrán continuar ligados a una Catalunya independiente o querrían continuar ligados a la corona española, que tanto transita sus tierras en época invernal? Es evidente que, en caso de independencia, Aran debería ser una comunidad autónoma aparte del resto de Catalunya, que deberían respetar su derecho a federarse al resto de territorio catalán, y en tal caso, y también en el caso de no ser independiente, debe respetarse ese derecho a decidir de los araneses y de su pacto de libre unión con Catalunya, el respeto a sus instituciones propias y su lengua y cultura. Ha habido ya una ley que ha protegido dichos hechos, pero ahora debe confirmarse, para que se contemple la credibilidad sobre el respeto a la particularidad, dentro de la Catalunya independiente (o no).

jueves, 8 de noviembre de 2012

Las cobayas españolas

A continuación, os vuelco el artículo que el diario Levante publicó el pasado 17 de octubre de 2012, en el cual el periodista Paco Cerdà entrevista a Susan George, activista y pensadora, presidenta de honor de la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía (ATTAC), en la cual nos ilustra sobre la situación actual de nuestro país y los de nuestro entorno europeo, alrededor de la crisis y los recortes que estamos sufriendo y nos tilda a nosotros y a los griegos como ratas de laboratorio, porque según ella nos someten a prueba para controlar cuanto "castigo" toleramos sin rebelarnos contra esta situación. Interesante artículo, que nos permite ver la perspectiva que desde fuera tienen de la situación que se vive en nuestro país y para reflexionar sobre la misma, sobre la que nos está cayendo encima.

"Los españoles son ratas de laboratorio: a ver cuánto castigo toleran sin rebelarse"

PACO CERDÀ VALENCIA

Decir de Susan George que es una activista y pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de 78 años afincada en París. Ejerce como presidenta de honor de ATTAC, la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. Y su ensayo El informe Lugano , en el que imagina un terrorífico escenario ecológico, económico, laboral y social hacia el que abocaba el capitalismo del siglo XXI constituye una Biblia para los movimientos sociales y el anticapitalismo. Anteanoche, George inauguró en Valencia el IV Máster en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional de la UV. Aquí comienza con una alerta: "La democracia está en peligro" ante "el ataque de la clase de Davos: una clase transnacional desvinculada de la suerte del resto de la sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta".

P. Usted denuncia el "austericidio" de Europa.

R. Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España, es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque ésa es la gran cuestión en democracia. Las constituciones de Estados Unidos, Francia – y me imagino que también la de España – subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o los mercados financieros?

P. Cree entonces que el pueblo ya no es soberano…

R. El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no sólo el poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos. Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa.

P. Pero apenas reaccionamos…

R. Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo.

P. ¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada?

R. Es el paradigma clásico que ya vimos en los años 20 y 30: el poder de la extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dónde se volverán las personas sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado… Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que tenemos que estar preparados.

P. Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante?

R. ¡Pero si son los banqueros a los que se deberían criticar! La actual crisis es la continuación de lo que ocurrió en 2007 y 2008 por culpa de los banqueros y, en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los bancos por dar préstamos imprudentes y alimentar esa burbuja. Sin embargo, cuando estalló la burbuja, fue el Estado el que asumió la deuda privada. La deuda pública de España era muy moderada cuando estalló la crisis. Sin déficit y con el 50% de deuda pública, cuando se permitía hasta el 60%. ¡Estabais perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos. Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que habían causado el problema. Por eso la deuda pública aumentó muy rápidamente. Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los culpables han sido recompensados.

P. ¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles?

R. Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los trabajadores, los sindicalistas, los agricultores… Todo el mundo ha de unirse contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por ellos, está muy unida.

P. En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco?

R. No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista, machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al poder de la mujer. Y cuando ellos tiene el poder, lo utilizan para oprimir a las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres para coartar la sexualidad femenina.

P. Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría?

R. Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están ganando. De eso se trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en febrero y que se titulará El Informe Lugano 2. Cómo ganar la guerra de clases. El subtítulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del mundo, que escribió: "Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra y la estamos ganando".

P. Es cierto.

R. ¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que los europeos hemos hecho desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todo los que los españoles han hecho desde el final del franquismo.

Europa VII


Leer las estrofas de esta canción de la Oreja de Van Gogh. Igual nos hacen pensar en la más absoluta actualidad y en nuestro inmediato pasado...
Comienza la desconexión
Se acaba el aire y la energía
No queda nadie en el control
La nave flota a la deriva
Y yo, con melancólica visión
Repaso ciencia y religión
Señalo el Sol por la ventana
Allí, vivía yo…
Un diminuto punto azul
Se pierde en un millón de chispas
Es mi planeta a un día luz
Y una lección de perspectiva
Y yo, muerta de miedo en un rincón
Pienso en mi civilización
Susurro en el puente de mando
Allí, vivía yo…
Y entonces rompo a llorar
Y miles de gotitas violan la gravedad
Me quito la bandera de mi traje espacial
Y escribo en el reverso
Que soy de la humanidad.
Según indica el monitor
Me va quedando menos tiempo
Para sufrir la colisión
Que me devuelva al firmamento
Y yo, escucho el eco de mi voz
Grabando esta retransmisión
Para que suene en el futuro
Y sirva la lección…
Y entonces rompo a llorar
Y miles de gotitas violan la gravedad
Me quito la bandera de mi traje espacial
Y escribo en el reverso
Yo soy de la humanidad
La frágil existencia milagrosa y casual
La vida más pequeña vale mil veces más
Que la nación más grande que se invente jamás…
 



La hora de los manifiestos


Aunque más tarde que nunca, y viendo el cariz que está tomando el tema de la independencia de Catalunya, algo se empieza a mover en la que parece monolítica opinión pública en el conjunto del Estado español. Una serie de manifiestos, el de los intelectuales catalanes a favor del federalismo, que ya sabéis que suscribí en este mismo blog, al que se añaden ahora otro de los intelectuales españoles, publicado en el País, también tendente al federalismo, y otro en el Mundo, defendiendo la unidad del Estado. Ya sabéis cual es mi opinión. Soy partidario del federalismo, siempre respetando la opinión de todos y considerando que, si se celebrase un referéndum y el resultado de éste fuese favorable a la secesión de Catalunya respecto de España, se debería de respetar el resultado y pensar en el día después, para no romper la convivencia entre y de todos los catalanes/as. Como me parece un avance que los intelectuales empiecen a mover ficha en España para el federalismo, voy a volcar el manifiesto publicado en el País (3.11.2012), firmado por más de cien intelectuales españoles, del que se podrían matizar algunos aspectos que exponen, pero que buscan un mensaje diferente para la articulación de la arquitectura territorial de España.

Varios centenares de intelectuales y profesionales han firmado en Cataluña un llamamiento a favor de la izquierda y del federalismo para responder al creciente secesionismo estimulado por Convergència i Unió, desde el Gobierno de la Generalitat, así como por fuerzas políticas de afinidad nacionalista.

Queremos atender esa llamada porque los promotores de una independencia inmediata de Cataluña aducen beneficios obviando penosas consecuencias para todos. Además se eximen de responder a los ingentes problemas que, como europeos, como españoles, como ciudadanos de una comunidad autónoma y como vecinos de un municipio, nos plantea la crisis económica y la incapacidad que aquí y en Europa se advierte para adoptar decisiones válidas. Añadir una propuesta de secesión augura, bajo el pabellón de un nacionalismo exacerbado, el desbordamiento a corto plazo del malestar social al que nos viene arrastrando el súbito empobrecimiento y el vértigo de la desesperanza de un número creciente de ciudadanos.

Los independentistas convierten su particular idea de España en el chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares. Abonan así el terreno a la exigua minoría que, desde el resto de España, se propone hacer otro tanto con su particular idea de Cataluña. La afirmación de que España perpetró agresiones contra Cataluña es una desgraciada manipulación del pasado, que olvida deliberadamente cómo en los conflictos y guerras civiles en los que todo el país se vio envuelto, los catalanes, al igual que el resto de los españoles, se dividieron entre los diferentes bandos.

Ni Cataluña está sometida a un expolio por parte de España, ni el común de los españoles alberga sentimiento alguno de menosprecio hacia ella. Bien al contrario: Cataluña suscita afecto, admiración y reconocimiento, entre otras razones porque sin ella, sin su lengua, sin su cultura y sin su aportación solidaria, no puede entenderse la España democrática. Las fuerzas políticas que han abrazado el independentismo calculan que, dada la drástica reducción de los recursos del Estado y los padecimientos de la crisis, sería llegada la hora de pugnar por sus aspiraciones maximalistas, sin atender al orden constitucional pactado por todos.

En Cataluña existe un profundo sentimiento nacional, del que el resto de españoles es plenamente consciente. De ahí que sostengan con firmeza que haya de ser reconocido e integrado de nuevo en el seno de instituciones compartidas. No obstante, si ese sentimiento de forma mayoritaria se manifestara contrario de modo irreductible y permanente al mantenimiento de las instituciones que entre todos nos dimos, la convicción democrática no obligaría al resto de los españoles a tomarlo en consideración para encontrar una solución apropiada y respetuosa; las ciudadanos de Cataluña tienen que saber que este es nuestro compromiso irrenunciable. Pero tienen que saber también que en el resto de España y en la misma Cataluña hay muchas voces que reclaman seguir avanzando juntos.

El programa de construcción nacional incentiva a los independentistas a sentirse víctimas de una opresión por parte de España, a rechazar la toma en consideración de las propuestas de entendimiento y a silenciar o relegar a todos aquellos ciudadanos catalanes que no suscriban ese programa de secesión. La transición de la dictadura a la democracia se hizo de la ley a la ley pasando por la ley. Ahora, paradójicamente, los independentistas para llevar adelante su denominada transición nacional se proponen violentar la ley democrática, hecha por todos y para todos, con el propósito de alumbrar una ley nueva, hecha solo por los que se sienten llamados a una misión sin contar con los demás. En la aritmética política sucede que el orden de los factores altera el producto.

Ni España ni la Constitución de 1978 ni el Estatut de 2006 niegan a los ciudadanos de Cataluña ejercer su derecho a decidir; son los partidos que apoyan la fulminante independencia de Cataluña quienes confunden las opciones al concurrir, una tras otra, a las citas electorales con programas edulcorados, indoloros y sin coste político, social o económico alguno, pensando ampliar así sus apoyos en las urnas.

Es preciso que CiU y otras fuerzas de afinidad independentista asuman sus graves responsabilidades en la equivocada gestión de la presente crisis económica y en los abusos en que incurrieron y dejen de exculparse bajo el supuesto expolio perpetrado por España. Esa estrategia de exculpación les ahorra el debate económico y social que necesitan tanto Cataluña como el resto de España, exacerbando y absolutizando, en su lugar, un debate nacional y nacionalista.

Consideramos, además, que todas las fuerzas democráticas deberían sumarse en la búsqueda de un mejor encaje institucional para Cataluña, de una financiación más justa y de una federalización del deteriorado Estado de las Autonomías, que inscriba en su norma suprema la solidaridad interterritorial y los criterios de su aplicación compatibles con el esfuerzo común de todos y el principio de ordinalidad. Por ese camino podremos seguir ampliando las cotas de libertad, igualdad, progreso y respeto mutuo logradas con la Constitución de 1978.”

Miguel Ángel Aguilar, Miguel Aguilar, Miguel Aguiló, Inés Alberdi, Agustín y Pedro Almodóvar, José Luis Álvarez, José Álvarez Junco, Carlos Álvarez-Novoa, Arantxa Álvaro Oquiñena, Ignacio Amestoy, Paz de Andrés, Joaquín Arango Vila-Belda, Miguel del Arco, Miguel Ángel del Arco Blanco, Teresa Arenillas Parra, Elena Arnedo Soriano, Joseba Arregi, Luis Arroyo, Antonio Arroyo Gil, Agustín de Asís, Félix de Azúa, Jesús María Bachiller Martínez, Mariano Bacigalupo, Silvina Bacigalupo, Belén Barreiro, Abraham Barrero Ortega, Juan Ignacio Bartolomé Gironella, Manuel Bermejo, Antonio Bernal Pérez-Herrera, Augusto Blanco Alfonso, Pilar Blanco Morales, Francisco A. Blas Aritio, Eugenio Burriel, Ernesto Caballero, José Caballero Bonald, Pío Cabanillas Alonso, Máximo Cajal, Alicia Campos Serrano, Raúl Usera Canosa, Gabriela Cañas, Francisco Carantoña Álvarez, Diego Carcedo, Juan Carlos Carrero Santamaría, Francisco J. Carrillo Montesinos, Julián Casanova, Nicolás Casariego, Cristina Cassiniello Espinosa, Luis Castells, Mª Teresa Castells, Oscar Celador, Irene Cifuentes, Paula Cifuentes, José María Clemén, César Colino, Francisco Javier Collado, Andrés Collado González, J. Miguel Colmenares Pelillo, Matías Cortés, Consuelo Cortés Munilla, Luis Carlos Croissier Batista, Juan Cruz, Jesús Cruz Villalón, Josefina Cruz Villalón, Mar Cuevas Puerta, Lorenzo Delgado Gómez-Escalonilla, Miguel Ángel Derqui Iglesias, Pilar Díaz Sánchez, José Luis Dicenta, Mabel Dorin, Juan Manuel Eguiagaray, Daniel Entrena Ruiz, Antonio Estella, Joaquín Estefanía, Natalia Fabra Portela, Jorge y Leopoldo Fabra Utray, Simón Fernández, Gerardo Roger Fernández, Francisco Fernández Montes, Ángeles Fernández Simón, Gaizka Fernández Soldevilla, Manuel Fernández-Montesinos García, Carlos Forcadell Álvarez, Ana Fuentes Fernández, Diego Galán, Fernando Galván, José García Abad, Luis García Bravo, Teresa García Carmona, Fernando García Casas, Luis García Montero, Cristina García Ramos, José Luis García Sánchez, Arturo Felipe García Villar, Antonio García Mon, Daniel Gascón, Elena Gascón Vera, Francisco Gil Rodríguez, Juana Ginzo, Marcos Giralt Torrente, Carmelo Gómez, Juan Gómez Acuñas, Ángel Gómez Escorial, José González Calbet, María José González Catalán, Carmen González Enríquez, Ramón González Ferriz, Fernando González Laxe, María Luisa González Morales, Juan Goytisolo, Jordi Gracia García, Almudena Grandes, José Luis de la Granja Sáinz, José María Guelbenzu, Sara Gutiérrez Gallego, Carlos Hernández Pezzi, Antonio Hernando, José Luis del Hierro, Liborio Hierro, Araceli Infante, María Dolores Izquierdo Losada, Mariano Jabonero Blanco, Lorena de Janón Quevedo, Andreu Jaume, Eva Jaureguizar Monereo, Florencio Jiménez Burillo, José Jover Ibarra, Santos Juliá, Juan Justo, Juan José Laborda, Francisco Laguna Palacios, Beatriz de Laiglesia, Francisco Laporta, Miguel Larrea, Antonio Lecuona, Javier Ledesma, Francisco Linde de Castro, Elvira Lindo, Alberto López Basaguren, Javier López Facal, Marisa López Herranz, Cayetano López, Charo López, Raúl López Romo, Gloria Lora Serrano, Ricardo Lovelace Guisasola, Mauro Lozano Belda, Manuel Lozano Leyva, Francisco Javier Lozano Montalvo, Belén Luca de Tena, Álvaro de Luna, Carmen Machi, Francisco Macia Tomás, José María Madrigal Royo, José Carlos Mainer, Ramón Maíz Suárez, Carlos Malamud, Araceli Mangas Martín, Alberto Marcos Vallaure, Javier Mariscal, Luisgé Martín, Ángel Martín Acebes, Mario Martín Bris, José Antonio Martín Pallín, Javier Martínez Reverte, Jorge Martínez Reverte, Carmen Martínez Ten, Ángel Martínez Estellez, Nieves de Medina, Mónica Melle Hernández, Eduardo Mendicuti, Xavier Menós, Concepción Mínguez Pérez, José María Mohedano, Ignacio Molina Álvarez de Cienfuegos, Rafael Moneo, Sígfrid Monleón Pradas, José Ramón Montero, Rosa Montero, Miguel Ángel Mora, Ana Morales Fernández, Salvador Moreno Peralta, Míriam Moreno, Pedro Moreno, Alicia Moreno Espert, Miguel Muñiz, Antonio Muñoz Molina, María Jesús Muñoz Pardo, Ignacio Muro Benayas, María Cristina Navajas Laporte, José Ignacio Navas Olóriz, Encarna Nicolás Martín, José Oneto, Emilio Ontiveros Baeza, Antonio Orejudo, Malcolm Otero Barral, Mercedes del Palacio Tascón, Graciliano Palomo García, Ludolfo Paramio, Luciano Parejo, Teresa Parejo, Valérie Parra, José María Paz Goday, Andrés Peláez Martín, Daniel Peña, Salvador Peralta Moreno, Andrés Perea, Juan Ignacio Pérez Alférez, Juan Sisinio Pérez Garzón, Manuel Pérez Ledesma, Javier Pérez Royo, José Antonio Pérez Tapias, Carlos León Piqueras Alonso, Isabel Portela Peñas, Máximo Pradera, A.L. Prieto de Paula, Bárbara Probst Salomón, Carmen Puig, Borja Puig de la Bellacasa, Tomás de la Quadra Salcedo, Elías Querejeta, Damián Quero Castanys, Joaquín Rábago, Jaime Rabanal, Francisco Ramos Gómez-Torrecilla, José Ramón Recalde, Arturo Ribagorda, José María Ridao, Carmen Rigalt, Miguel Ríos, Antonio Rivera, José Félix Rivera, Adolfo Robles García, Ana Rodríguez López, Julio Rodríguez López, Emilio Rodríguez, Juan de Justo Rodríguez, Mariano Rodríguez, Luis Rodríguez Olivares, Manuel Rodríguez Rivero, Gerardo Roger, Javier Roldán Barbero, Francisco Rubio Llorente, Antonio Rueda Serón, Santos Ruesca Benito, Juan José Rufilanchas Sánchez, Juan José Ruiz, Doménec Ruiz Devesa, Ignacio Rupérez, Pere Rusiñol, Mario Saavedra, José Sámano, Mercedes Sampietro, Antonio San José, Andrés Sánchez Picón, Eloy Sánchez Rosillo, Aitana Sánchez-Gijón, Armando Salvador Sancho, Julián Santamaría, Nicolás Sartorius, Marina Sastre Hernangómez, Miguel Satrústegui, Ana Rosa Semprún, Justo Serna, Fernando Serrano Martínez, Jorge Serrano Martínez, Ignacio Sierra, Carlos Solchaga, Juan José Solozábal Echevarría, Livinio Stuyck, Javier Tajadura Tejada, Alfredo Tejero Casajús, Fernando de Terán Troyano, Concha Toquero, Rosana Torres, Leopoldo Torres Boursault, Javier Torres Vela, Rosa Torres Pardo, Andrés Trapiello, David Valenzuela, Fernando Vallespín, Soledad Varela Ortega, Mario Vargas Llosa, José Ramón Vargas-Machuca Ortega, Juan Vázquez García, Javier Vega, Gerardo Vera, Gerardo Viada Gutiérrez Velilla, José Vida Fernández, Alfonso Villagómez, Isidro de Villota Rocha, Pepe Viyuela, José Miguel Zaldo y Juan Zornoza.


El café de España


El sábado 27 de octubre de 2012, el País, en su contraportada, publicó en su sección Un café con…, una entrevista con el politólogo canadiense Alain-G. Gagnon, de Miquel Alberola, que vuelco en el blog, porque me parece interesante en el debate que existe sobre la arquitectura territorial de España y la opa independentista que Catalunya plantea actualmente. Desde mi óptica que es federalista, y como quebequés que es el entrevistado (Quebec es uno de los territorios que los nacionalistas catalanes utilizan como espejo en las aspiraciones soberanistas), me ha parecido interesante, por la visión que ofrece.

UN CAFÉ CON… ALAIN-G. GAGNON


Politólogo de la Universidad de Quebec

“El café para todos ya no funciona, es una injusticia”


 

MIQUEL ALBEROLA.

Alain-G. Gagnon habla un poco de catalán. Lo entiende mejor que lo habla. Pese a ser un ciudadano canadiense, la considera una lengua muy importante, “porque es la de una nación que vive una situación muy similar a Quebec”, que es donde nació en 1954. Su interés por el catalán, y también por el castellano, que maneja mejor, viene espoleado por el mismo amor a la diversidad y la paz que le ha llevado a especializarse, como profesor de Ciencia Política de la Universidad de Quebec en Montreal, en estudios comparativos sobre federalismo, nacionalismo y ciudadanía, en lo que es uno de los principales referentes.

Los asuntos que le apasionan crepitan ahora con estrépito sobre la parrilla de España, país que visita con cierta frecuencia; sobre todo, Barcelona. Y Valencia, donde acaba de publicar Temps d’incertituds (Editorial Afers), un libro de ensayos traducido a 15 idiomas. Gagnon, que ha estudiado la relación entre Quebec y Canadá hasta la médula, discrepa de quienes vinculan el recrudecimiento de las tensiones de los hechos diferenciales a la crisis económica. “Es una excusa”, refuta con la misma moderación que sorbe su café. Y lo razona: “Antes de la crisis económica ya había muchos problemas con las nacionalidades históricas. El debate es cómo desarrollar un sentido de comunidad dentro de una sociedad, como España, que es muy compleja y necesita ser mucho más abierta con respecto a los diversos pueblos que la configuran”.

Entre el amplio espectro de federalismos, Gagnon, que desconfía del modelo americano (“territorial”) prefiere el “multinacional”, que es el de Canadá, porque considera que en el mundo no puede haber cientos de estados-nación. “España, como Canadá o el Reino Unido, necesitan una fórmula para acomodar a las naciones dentro de un sistema federal, y el federalismo multinacional es la mejor opción”, defiende. El diagnóstico del profesor, que dirige el Centro de Investigación Interdisciplinario de la Diversidad en Quebec, es que España precisa cambiar el Estado de las autonomías. Valora los frutos que ha dado en estos años, pero ahora “esos frutos están demasiado maduros”. Y ahí resurge la tensión con “un centro que trata de imponerse en aspectos que únicamente son responsabilidad de las comunidades autónomas”.

En su análisis detecta una exigencia urgente de “reinventar las relaciones con dignidad, con moderación entre los pueblos que forman no la nación españolista, sino la nación de España”. Y lo subraya en fosforescente: “El café para todos ya no puede funcionar, es una injusticia”. Sostiene que, si se trata a todas las personas de forma idéntica, se reproduce la desigualdad: “Si España desea continuar como un país que respeta a todas las comunidades, tiene que dar poderes adicionales a los grupos individuales para que puedan desarrollarse y realizar sus proyectos sociales y culturales”.

Pero en esa encrucijada española saltan las chispas. El profesor admite que hay un riesgo real de secesión en las tensiones entre Catalunya y España. Incluso en Bélgica con Flandes o en Reino Unido con Escocia, unos procesos que, considera, la Unión Europea acabaría aceptando pese a que no puede alentarlos. Y enseguida ofrece el antídoto del federalismo, aunque es consciente de que tampoco es ninguna panacea: “Si no resuelve el problema, por lo menos que sirva para aprender a vivir juntos. El desafío es cómo vivir juntos sin desaparecer”.

Cruzando el meridiano


Con éste, empieza una serie de entradas en el blog dedicadas al tema de moda en España en el último mes: la independencia de Catalunya. Paso a paso, vamos a analizar causas, cuerpo y consecuencias del proceso que se ha ido larvando durante años, y que ha acabado desembocando en un proceso, del que no sabemos su desenlace, pero si atisbamos el conflicto que se nos avecina.

En la entrada de hoy, vamos a utilizar la metáfora usada por el escritor Lorenzo Silva, reciente Premio Planeta 2012, del que vamos a reproducir parte de la entrevista publicada en la Vanguardia del 17 de octubre.

(…)

-           Hablemos del meridiano de Greenwich…

-           Pasa por la provincia de Zaragoza, por Bujaraloz, creo.

-           Es la metáfora de varias cosas…

-           Yo la descubrí hace cuatro años, cuando empecé a viajar regularmente de Barcelona a Madrid en coche, y al revés. En mitad del desierto de los Monegros aparece un marco luminoso espectacular que marca el meridiano de Greenwich. Es una metáfora que se me quedó grabada. Sirve para la relación Catalunya-España, y para conectar el pasado de Bevilacqua (personaje de sus relatos, guardia civil) con su presente.

-           ¿Es una línea imaginaria?

-           Cuando me vine a vivir aquí, en el 2008, era una línea muy imaginaria. Viladecans o Getafe, mis dos ciudades, comparten un 98% de los problemas. Un catalán que se vaya a Madrid, como yo al venir a Catalunya, no va a tener ningún problema con el 99% de los madrileños. Pero ahora se ha enconado el discurso y esa raya imaginaria se está convirtiendo cada vez en algo más real. A mí me inquieta la exhibición de banderas: me da igual que sea catalana, española, estelada o de Guinea Ecuatorial, pero esto nos remite a la edad media, cuando las colgaban para que los dioses supieran quiénes eran los suyos. Si aquí se hace un referéndum y el 70% se quiere ir, pues adelante, hay que hacerlo, no se puede tener a nadie a disgusto. Pero aún hay una posibilidad real de que Catalunya se sienta a gusto en España.

(entrevista de Xavi Ayén a Lorenzo Silva. La Vanguardia 17-10-2012)

Al igual que en La balsa de piedra, de José Saramago, da la impresión de que cualquier día esa línea imaginaria que cruza los Monegros, en Aragón, y que desciende por Castellón, se empiece a resquebrajar, y que la separación sea tan y tan grande, que al final Catalunya vaya a la deriva, separada de su inevitable compañera peninsular. Hasta ahora, cruzar el meridiano era simplemente cruzar un límite imaginario. Sólo hacer esto, imaginar, me causa un cierto respeto. Llegar a pensar que esa línea pueda convertirse en frontera, para aquellos que pensamos que lo importante es superar y suprimir fronteras, y que los ciudadanos seamos ciudadanos del mundo, me da un cierto coraje. El proceso, no nos debe causar miedo. Tal como dice Silva, no se puede obligar si uno no quiere. Pero el día después causa inquietud, un riesgo, una incertitud… La esperanza es que, tanto en un escenario como en otro, no se rompa la convivencia y que lleguemos a superar cualquier tensión que se cause alrededor de este proceso.