jueves, 8 de noviembre de 2012

La hora de los manifiestos


Aunque más tarde que nunca, y viendo el cariz que está tomando el tema de la independencia de Catalunya, algo se empieza a mover en la que parece monolítica opinión pública en el conjunto del Estado español. Una serie de manifiestos, el de los intelectuales catalanes a favor del federalismo, que ya sabéis que suscribí en este mismo blog, al que se añaden ahora otro de los intelectuales españoles, publicado en el País, también tendente al federalismo, y otro en el Mundo, defendiendo la unidad del Estado. Ya sabéis cual es mi opinión. Soy partidario del federalismo, siempre respetando la opinión de todos y considerando que, si se celebrase un referéndum y el resultado de éste fuese favorable a la secesión de Catalunya respecto de España, se debería de respetar el resultado y pensar en el día después, para no romper la convivencia entre y de todos los catalanes/as. Como me parece un avance que los intelectuales empiecen a mover ficha en España para el federalismo, voy a volcar el manifiesto publicado en el País (3.11.2012), firmado por más de cien intelectuales españoles, del que se podrían matizar algunos aspectos que exponen, pero que buscan un mensaje diferente para la articulación de la arquitectura territorial de España.

Varios centenares de intelectuales y profesionales han firmado en Cataluña un llamamiento a favor de la izquierda y del federalismo para responder al creciente secesionismo estimulado por Convergència i Unió, desde el Gobierno de la Generalitat, así como por fuerzas políticas de afinidad nacionalista.

Queremos atender esa llamada porque los promotores de una independencia inmediata de Cataluña aducen beneficios obviando penosas consecuencias para todos. Además se eximen de responder a los ingentes problemas que, como europeos, como españoles, como ciudadanos de una comunidad autónoma y como vecinos de un municipio, nos plantea la crisis económica y la incapacidad que aquí y en Europa se advierte para adoptar decisiones válidas. Añadir una propuesta de secesión augura, bajo el pabellón de un nacionalismo exacerbado, el desbordamiento a corto plazo del malestar social al que nos viene arrastrando el súbito empobrecimiento y el vértigo de la desesperanza de un número creciente de ciudadanos.

Los independentistas convierten su particular idea de España en el chivo expiatorio sobre el que cargar todos los malestares. Abonan así el terreno a la exigua minoría que, desde el resto de España, se propone hacer otro tanto con su particular idea de Cataluña. La afirmación de que España perpetró agresiones contra Cataluña es una desgraciada manipulación del pasado, que olvida deliberadamente cómo en los conflictos y guerras civiles en los que todo el país se vio envuelto, los catalanes, al igual que el resto de los españoles, se dividieron entre los diferentes bandos.

Ni Cataluña está sometida a un expolio por parte de España, ni el común de los españoles alberga sentimiento alguno de menosprecio hacia ella. Bien al contrario: Cataluña suscita afecto, admiración y reconocimiento, entre otras razones porque sin ella, sin su lengua, sin su cultura y sin su aportación solidaria, no puede entenderse la España democrática. Las fuerzas políticas que han abrazado el independentismo calculan que, dada la drástica reducción de los recursos del Estado y los padecimientos de la crisis, sería llegada la hora de pugnar por sus aspiraciones maximalistas, sin atender al orden constitucional pactado por todos.

En Cataluña existe un profundo sentimiento nacional, del que el resto de españoles es plenamente consciente. De ahí que sostengan con firmeza que haya de ser reconocido e integrado de nuevo en el seno de instituciones compartidas. No obstante, si ese sentimiento de forma mayoritaria se manifestara contrario de modo irreductible y permanente al mantenimiento de las instituciones que entre todos nos dimos, la convicción democrática no obligaría al resto de los españoles a tomarlo en consideración para encontrar una solución apropiada y respetuosa; las ciudadanos de Cataluña tienen que saber que este es nuestro compromiso irrenunciable. Pero tienen que saber también que en el resto de España y en la misma Cataluña hay muchas voces que reclaman seguir avanzando juntos.

El programa de construcción nacional incentiva a los independentistas a sentirse víctimas de una opresión por parte de España, a rechazar la toma en consideración de las propuestas de entendimiento y a silenciar o relegar a todos aquellos ciudadanos catalanes que no suscriban ese programa de secesión. La transición de la dictadura a la democracia se hizo de la ley a la ley pasando por la ley. Ahora, paradójicamente, los independentistas para llevar adelante su denominada transición nacional se proponen violentar la ley democrática, hecha por todos y para todos, con el propósito de alumbrar una ley nueva, hecha solo por los que se sienten llamados a una misión sin contar con los demás. En la aritmética política sucede que el orden de los factores altera el producto.

Ni España ni la Constitución de 1978 ni el Estatut de 2006 niegan a los ciudadanos de Cataluña ejercer su derecho a decidir; son los partidos que apoyan la fulminante independencia de Cataluña quienes confunden las opciones al concurrir, una tras otra, a las citas electorales con programas edulcorados, indoloros y sin coste político, social o económico alguno, pensando ampliar así sus apoyos en las urnas.

Es preciso que CiU y otras fuerzas de afinidad independentista asuman sus graves responsabilidades en la equivocada gestión de la presente crisis económica y en los abusos en que incurrieron y dejen de exculparse bajo el supuesto expolio perpetrado por España. Esa estrategia de exculpación les ahorra el debate económico y social que necesitan tanto Cataluña como el resto de España, exacerbando y absolutizando, en su lugar, un debate nacional y nacionalista.

Consideramos, además, que todas las fuerzas democráticas deberían sumarse en la búsqueda de un mejor encaje institucional para Cataluña, de una financiación más justa y de una federalización del deteriorado Estado de las Autonomías, que inscriba en su norma suprema la solidaridad interterritorial y los criterios de su aplicación compatibles con el esfuerzo común de todos y el principio de ordinalidad. Por ese camino podremos seguir ampliando las cotas de libertad, igualdad, progreso y respeto mutuo logradas con la Constitución de 1978.”

Miguel Ángel Aguilar, Miguel Aguilar, Miguel Aguiló, Inés Alberdi, Agustín y Pedro Almodóvar, José Luis Álvarez, José Álvarez Junco, Carlos Álvarez-Novoa, Arantxa Álvaro Oquiñena, Ignacio Amestoy, Paz de Andrés, Joaquín Arango Vila-Belda, Miguel del Arco, Miguel Ángel del Arco Blanco, Teresa Arenillas Parra, Elena Arnedo Soriano, Joseba Arregi, Luis Arroyo, Antonio Arroyo Gil, Agustín de Asís, Félix de Azúa, Jesús María Bachiller Martínez, Mariano Bacigalupo, Silvina Bacigalupo, Belén Barreiro, Abraham Barrero Ortega, Juan Ignacio Bartolomé Gironella, Manuel Bermejo, Antonio Bernal Pérez-Herrera, Augusto Blanco Alfonso, Pilar Blanco Morales, Francisco A. Blas Aritio, Eugenio Burriel, Ernesto Caballero, José Caballero Bonald, Pío Cabanillas Alonso, Máximo Cajal, Alicia Campos Serrano, Raúl Usera Canosa, Gabriela Cañas, Francisco Carantoña Álvarez, Diego Carcedo, Juan Carlos Carrero Santamaría, Francisco J. Carrillo Montesinos, Julián Casanova, Nicolás Casariego, Cristina Cassiniello Espinosa, Luis Castells, Mª Teresa Castells, Oscar Celador, Irene Cifuentes, Paula Cifuentes, José María Clemén, César Colino, Francisco Javier Collado, Andrés Collado González, J. Miguel Colmenares Pelillo, Matías Cortés, Consuelo Cortés Munilla, Luis Carlos Croissier Batista, Juan Cruz, Jesús Cruz Villalón, Josefina Cruz Villalón, Mar Cuevas Puerta, Lorenzo Delgado Gómez-Escalonilla, Miguel Ángel Derqui Iglesias, Pilar Díaz Sánchez, José Luis Dicenta, Mabel Dorin, Juan Manuel Eguiagaray, Daniel Entrena Ruiz, Antonio Estella, Joaquín Estefanía, Natalia Fabra Portela, Jorge y Leopoldo Fabra Utray, Simón Fernández, Gerardo Roger Fernández, Francisco Fernández Montes, Ángeles Fernández Simón, Gaizka Fernández Soldevilla, Manuel Fernández-Montesinos García, Carlos Forcadell Álvarez, Ana Fuentes Fernández, Diego Galán, Fernando Galván, José García Abad, Luis García Bravo, Teresa García Carmona, Fernando García Casas, Luis García Montero, Cristina García Ramos, José Luis García Sánchez, Arturo Felipe García Villar, Antonio García Mon, Daniel Gascón, Elena Gascón Vera, Francisco Gil Rodríguez, Juana Ginzo, Marcos Giralt Torrente, Carmelo Gómez, Juan Gómez Acuñas, Ángel Gómez Escorial, José González Calbet, María José González Catalán, Carmen González Enríquez, Ramón González Ferriz, Fernando González Laxe, María Luisa González Morales, Juan Goytisolo, Jordi Gracia García, Almudena Grandes, José Luis de la Granja Sáinz, José María Guelbenzu, Sara Gutiérrez Gallego, Carlos Hernández Pezzi, Antonio Hernando, José Luis del Hierro, Liborio Hierro, Araceli Infante, María Dolores Izquierdo Losada, Mariano Jabonero Blanco, Lorena de Janón Quevedo, Andreu Jaume, Eva Jaureguizar Monereo, Florencio Jiménez Burillo, José Jover Ibarra, Santos Juliá, Juan Justo, Juan José Laborda, Francisco Laguna Palacios, Beatriz de Laiglesia, Francisco Laporta, Miguel Larrea, Antonio Lecuona, Javier Ledesma, Francisco Linde de Castro, Elvira Lindo, Alberto López Basaguren, Javier López Facal, Marisa López Herranz, Cayetano López, Charo López, Raúl López Romo, Gloria Lora Serrano, Ricardo Lovelace Guisasola, Mauro Lozano Belda, Manuel Lozano Leyva, Francisco Javier Lozano Montalvo, Belén Luca de Tena, Álvaro de Luna, Carmen Machi, Francisco Macia Tomás, José María Madrigal Royo, José Carlos Mainer, Ramón Maíz Suárez, Carlos Malamud, Araceli Mangas Martín, Alberto Marcos Vallaure, Javier Mariscal, Luisgé Martín, Ángel Martín Acebes, Mario Martín Bris, José Antonio Martín Pallín, Javier Martínez Reverte, Jorge Martínez Reverte, Carmen Martínez Ten, Ángel Martínez Estellez, Nieves de Medina, Mónica Melle Hernández, Eduardo Mendicuti, Xavier Menós, Concepción Mínguez Pérez, José María Mohedano, Ignacio Molina Álvarez de Cienfuegos, Rafael Moneo, Sígfrid Monleón Pradas, José Ramón Montero, Rosa Montero, Miguel Ángel Mora, Ana Morales Fernández, Salvador Moreno Peralta, Míriam Moreno, Pedro Moreno, Alicia Moreno Espert, Miguel Muñiz, Antonio Muñoz Molina, María Jesús Muñoz Pardo, Ignacio Muro Benayas, María Cristina Navajas Laporte, José Ignacio Navas Olóriz, Encarna Nicolás Martín, José Oneto, Emilio Ontiveros Baeza, Antonio Orejudo, Malcolm Otero Barral, Mercedes del Palacio Tascón, Graciliano Palomo García, Ludolfo Paramio, Luciano Parejo, Teresa Parejo, Valérie Parra, José María Paz Goday, Andrés Peláez Martín, Daniel Peña, Salvador Peralta Moreno, Andrés Perea, Juan Ignacio Pérez Alférez, Juan Sisinio Pérez Garzón, Manuel Pérez Ledesma, Javier Pérez Royo, José Antonio Pérez Tapias, Carlos León Piqueras Alonso, Isabel Portela Peñas, Máximo Pradera, A.L. Prieto de Paula, Bárbara Probst Salomón, Carmen Puig, Borja Puig de la Bellacasa, Tomás de la Quadra Salcedo, Elías Querejeta, Damián Quero Castanys, Joaquín Rábago, Jaime Rabanal, Francisco Ramos Gómez-Torrecilla, José Ramón Recalde, Arturo Ribagorda, José María Ridao, Carmen Rigalt, Miguel Ríos, Antonio Rivera, José Félix Rivera, Adolfo Robles García, Ana Rodríguez López, Julio Rodríguez López, Emilio Rodríguez, Juan de Justo Rodríguez, Mariano Rodríguez, Luis Rodríguez Olivares, Manuel Rodríguez Rivero, Gerardo Roger, Javier Roldán Barbero, Francisco Rubio Llorente, Antonio Rueda Serón, Santos Ruesca Benito, Juan José Rufilanchas Sánchez, Juan José Ruiz, Doménec Ruiz Devesa, Ignacio Rupérez, Pere Rusiñol, Mario Saavedra, José Sámano, Mercedes Sampietro, Antonio San José, Andrés Sánchez Picón, Eloy Sánchez Rosillo, Aitana Sánchez-Gijón, Armando Salvador Sancho, Julián Santamaría, Nicolás Sartorius, Marina Sastre Hernangómez, Miguel Satrústegui, Ana Rosa Semprún, Justo Serna, Fernando Serrano Martínez, Jorge Serrano Martínez, Ignacio Sierra, Carlos Solchaga, Juan José Solozábal Echevarría, Livinio Stuyck, Javier Tajadura Tejada, Alfredo Tejero Casajús, Fernando de Terán Troyano, Concha Toquero, Rosana Torres, Leopoldo Torres Boursault, Javier Torres Vela, Rosa Torres Pardo, Andrés Trapiello, David Valenzuela, Fernando Vallespín, Soledad Varela Ortega, Mario Vargas Llosa, José Ramón Vargas-Machuca Ortega, Juan Vázquez García, Javier Vega, Gerardo Vera, Gerardo Viada Gutiérrez Velilla, José Vida Fernández, Alfonso Villagómez, Isidro de Villota Rocha, Pepe Viyuela, José Miguel Zaldo y Juan Zornoza.


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